SALMO 27:1
A veces, nos atemorizamos por cosas espirituales o
materiales:
- a que de repente tienes y luego lo pierdes
- a que las personas que amamos no nos amen tanto como nosotros esperamos
- a ser pobres,
- a ser evangélicos, o
- a fallarnos a nosotros mismos.
¿Pero sabe que mi hermano(a), amigo(a)? Dios es
fiel, el permanece siempre ahí. Veamos lo que dice Isaías 4:5-10 (léalo). Pero lo olvidamos y, ¿que hacemos? Déjeme compartirle, que yo
muchas veces me sentí en un laberinto sin salida, en un pozo sin fondo. No permanecía en su palabra, eran mis propias fuerzas las que
luchaban por mi.
Pero esa voz que permanecía dentro de mi, era una
lucha: ¡Yo estoy aquí! ¡déjame ayudarte!,¡ no temas! Leamos hebreos 13:5 y 1 Juan 4:16-18.
Pídele a
Dios que quite de ti ese temor. Es una lucha, es una batalla. Es así como desea
verte el enemigo. Pero te recuerdo algo: “¡Que
todo lo puedo en Cristo que me fortalece!” Levántate, vence ese temor. Para
Dios nada es imposible. Su palabra dice: ”¡Clama
a mí y yo te responderé¡”. Solo Cristo te hará vencer todo obstáculo, todo
miedo, todo temor. Mi hermano(a), cuando uno se apropia de la palabra, empieza a sentirse diferente, se fortalece. Es una paz,
una seguridad.
Levanta tu mirada al cielo y humillate delante de
ese Dios maravilloso. Y El hará. “¡¡Cosas
grandes y hermosas nos dará!!” Deuteronomio 31:8.
Que no te de temor decir que eres evangélico hermano(a),
(“No os
extrañéis q el mundo os aborrezca” 1 Juan 3:13).
No temas si desfalleces o ves que todo se te ha
terminado; avanza, sigue adelante. “Todo
lo puedo en Cristo que me fortalece”. Si te caíste levántate, ”Abogado tenemos por excelencia”.
Dios les bendiga, la honra y la gloria sea de El.
Aura Rosa.
No hay comentarios :
Publicar un comentario